martes, 7 de junio de 2011

La ciudad más grande del mundo.

Ayer estuve en Santiago de Compostela... No, no es Santiago la ciudad más grande del mundo... Bueno, ni siquiera estuve en Santiago, estuve en el aeropuerto... Da igual...

Ayer recordé la primera y única vez que aterricé en Santiago de Compostela. Era de noche. Yo venía de Las Barcelonas. Había perdido mi avión a Vigo. Bueno, no lo había perdido. Lo vi perfectamente. Llegué mientras una señorita cerraba la puerta dembarque... Le dije que no la cerrara que mi vuelo también era ése... Y ella me dijo con una sonrisa, Ya no puedo abrirla... Y yo le dije, Pero si la tas cerrando... Y ella, Uys... jiji... Y puerta cerrada...

LAMUYPUTA...

Pero bueno, ya le he deseado varias enfermedades incurables, alguna caerá... El caso es que tuve que comprarme un billete de regreso al tercer mundo, y el único vuelo que quedaba ese día era a Santiago. Una pasta, y en efectivo, como un Paco Martínez Soria pero en guapo y estiloso...

A lo que iba... que me lío... Raro en mí... Pues eso, que volábamos de noche, y yo veía por la ventanilla hacía esa Ejpaña nuestra... Y montoncitos de luces salpicaban el viaje alternando con zonas enormes de oscuridad... Hasta llegar a Galicia, donde es la oscuridad la que salpica a un manto enorme de luces más o menos unidas... Supongo que algún ser humano muy de extrarradio y poco conocedor, podría llegar a pensar que está aterrizando en la megalópolis más obscena... y peor iluminada... de todo el planeta...

Si, muller, sí...

De todas formas, es una sensación preciosa... Galicia es muy bonita... y de noche... y desde arriba...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta, cona!