Ayer fuímonos al concierto de David Fonseca en La Fábrica de Chocolate. Y fue alucinante. Se trata de una sala pequeña, donde es difícil imaginar algo grande... Pero David Fonseca lo consiguió. Él solo en el escenario, pero acompañado de sus instrumentos: guitarra, piano, percusión, incluido un xilófono y un teléfono-micro... un teléfono negro como de los años sesenta... Tres pantallas a su espalda, con imágenes del escenario desde distintos puntos, y un juego de luces que cumplió perfectamente su función. Y su voz. Casi un 100% de afinación que obligaría a Risto Mejide a decir aquello de Cruza la pasarela... La única pega, parte del público asistente, y no por los estilismos, que en algunos casos también... Sino por su comportamiento. Chicos, HOLA???!!!! Tenemos a David Fonseca en Vigo, GRATIS, dándolo todo... Podéis beber en bajito???!!! ¬¬ Pues nada, no habrá bares donde beber y gritar y hablar del Celta de Vigo...
Y al final pidiéndole Ooootra, ooootra...
Seguro que David Fonseca pensó Si, muller, si... Pero salió y nos regaló más de su talento... Me siento afortunado de haber estado anoche allí.
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