martes, 7 de mayo de 2013

Desganados.

Hola, k ase hace mucho que no escribo, pero no porque la vida sea maravillosa y el planeta esté por fin conectado con el cosmos, y los pajarillos canten por Chenoa. No escribo porque estoy desganado. Hay tanta mierda alrededor, que uno ya no sabe en qué cagarse, para no amontonar más. Pero algo que vi ayer, ha hecho que reflexione y ahonde más en una teoría en la que llevo pensando ya semanas. Me explico fatal.

¡¿A que me meto en la boca tol micro?!
Ayer veía en el parte, la noticia del primer concierto de La Pantoja tras su juicio, donde más de 1000 paletos fieles aplaudían a rabiar a la delincuente coplera (qué gusto da no tener que tachar palabras) y la defendían diciendo de ella que era una pobre mujer que había sido embaucada por el amor. Y no puedo dejar de sorprenderme. Es como si fueses un niño, le pinchases las ruedas al profesor de historia en el instituto, y tus padres te recibiesen en casa con aplausos y vítores, y te comprasen la sega mega drive porque el profe te tiene manía. Que no es que quisiese un linchamiento... bueno, un poco sí, porque Gran Hermano 14 está pelín aburrido... Pero lo de apoyar a un delincuente me parece muy de república bananera. Tanto por parte de los asistentes, como por parte de los empresarios que la contratan.

Y así se va dividiendo la opinión pública: que si la Pantoja es una ladrona, que si no lo es, que si la culpa es del del bigote, que la engañó. Que si la mala, mala, es la Zaldívar. Que no, que ella es la víctima y la que se quedó sin marido. ¡Pero si siguió chupando! Ná, la Pantoja que es una trepa y le volvió loca la cabeza al Cachuli. Vamos, que todo el mundo tiene su opinión. Una opinión en la que unos son mejores que otros. Una opinión en la que incluso unos son víctimas de otros que son verdugos. Lo único cierto es que todos está condenados (unos más que otros, que ése es también otro debate) pero la gente empeñada en el Y tú más.

Pero no es en este tema, en el único en el que se producen estas reacciones entre la gente. Si hablamos de la monarquía, también escuchas de todo. Que si la Infanta de naranja Cristina
Al final la lentita era yo, que no mentero de ná, jiji
no puede estar imputada porque es una víctima del Urdangarín, que si el Rey estaba enterado de todo. Que si al Príncipe de Beckelar Felipe nunca le gustó Urdangarín. Que si el Rey debe abdicar. Que si está hecho un chaval. Que si pobre la Reina. Que Felipe nunca debe reinar porque es el momento de la III República, pero a ver si Leonor crece rápido y tenemos a una Reina que es algo supermoderno. Eso sí, la Reina y la Infanta retarded Elena siguen siendo las más elegantes de España.
 A ver, a ver, ¡A VER! Céntremonos. En este caso, ¿cuál es la preocupación real (y nunca mejor dicho)? Pues que hay unos imputados en un caso grave de corrupción política. Y algunos de estos tipos, forman parte de La Casa Real. Y de repente, preocupaciones satélites, emergen con fuerza y acaban desdibujándolo todo, pero entreteniendo lo más grande.

¿Me seguís?

Intentaré explicarme mejor. Y no voy a extenderme más porque no quiero pecar de lo que intento denunciar. Todos conocemos el refrán, Divide y vencerás. Es precisamente lo que está ocurriendo. Alguien ha decidido que abriendo muchos frentes a la vez, la unión del pueblo es imposible. Dividamos al pueblo en grupos; así se toman numerosas medidas, todas o en su gran mayoría, dañinas para uno o varios grupos de la sociedad, pero que no afectan en igual medida a todos estos grupos. Es más, algunas afectan sólo a uno de esos grupos. Incluso algunas, pueden ser beneficiosas o cercanas, o simplemente no ser mal vistas por grupos a los que no afecta negativamente. Resultado: una sociedad dividida. Ciudadanos que con tanta información deciden sólo volcarse en aquellas cuestiones que le afectan más directamente, lavándose las manos en todo aquello que le es ajeno. ¿Qué provoca esto? No sólo desconfianza en las medidas que se toman por parte de esos señores y/o entes que nos gobiernan, sino también, desconfianza entre nosotros. Si mi causa es justa, ¿por qué este sector no me apoya? ¿Para qué voy yo a apoyar a estos, cuando ellos no se movilizan cuando yo lo necesito? Y si aún así, decido apoyar todas estas causas justas, sean o no cercanas a mí, ¿cómo lo hago? ¿Cuántas pancartas tengo que preparar? ¿Cuántas manos tengo para llevarlas? ¿A dónde voy, cuándo, y con quién?

¿Sabes qué? Enciende la tele, que ha habido GH's más aburridos... Y cómprame algo bonito, que en tres días estoy de cumpleaños... Si, muller, si.

2 comentarios:

Comenta, cona!