No sin mi EPO.

Que no es un señor que mató a su padre y desposó a su madre. No. EPO es una hormona que los humanos producimos, pero que también se puede conseguir de manera artificial, digamos, y si la consumes, ganas siete Tours de Francia seguidos. O cinco. O uno. O uno aunque quedes segundo. O simplemete, lo terminas. Vean:

Lance Armstrong, el primer ciclista negro, que llegó a la luna y tocó la trompeta, ha confesado que se dopó durante toda su etapa de ciclista, al igual que todos sus compañeros, a excepción de cinco verdaderos mariquitas héroes. Y claro, el resto de deportistas, ahora se le echan encima, y le dicen tramposo, mentiroso, ladrón, cobarde gallina capitán de la sardina y en general que ya no lo ajuntan. Supongo que es normal ponerse en contra porque si no lo haces, sería confesar. Confesar algo que es evidente. A ver, ¿quién coño se puede creer que un ser humano puede pasarse 20 días en jornadas de 4 o 5 horas pedaleando a velocidades medias de 40, 50 km/h? Si yo vivo en Vigo, y no tengo bici, para no llorar cada vez que veo una cuesta. Vale, que en mi caso, necesitaría EPO, esteroides, corticoides y hasta corticoles, para rendir a ese nivel...

Pero lo cierto es que yo mismo conozco el traspaso de sustancias entre un veterinario y un mediocre gran ciclista. Eso sí, no doy nombres, claro... Si no los da Armstrong... Pero o eres muy rubia o por geolocalización...

CUERPO!!!

Por eso, ante la evidencia, deberían cesar los controles antidopaje. Dejar que el titánlux de turno, nos entretenga con sus logros, plusmarcas inhumanas y nos emocione con sus triunfos y los desafines habituales durante los himnos, pero desde la sinceridad. Las mentiras se disfrutan más cuando las conocemos de antemano. Así, el único deporte que me entusiasma, es el Pressing Catch. Y lo bien que me quedarían a mí una de esas mallas... Si, muller, si...

Yo era más de 'Mañana serán estrellas'

Quizás lo de Armstrong no es motivo de aplauso... ni de Tocata... pero lo que no es de recibo es que el resto de deportistas, tengan la indecencia de salir a la palestra para darle palos al mozo, cuando ellos hacen o han hecho exactamente lo mismo. Ni que fueran políticos y hablásemos de cuentas en paraísos fiscales y repartos de sobres llenos de dinero...