martes, 2 de febrero de 2016

Eurovisión Amateur.

Bochorno: Aire caliente y molesto que se levanta en el estío. Mmmm. No. Calor sofocante. No. Tampoco. Encendimiento pasajero del rostro. Bueno. No. Desazón o sofocamiento producido por algo que ofende, molesta o avergüenza. TATE.

Objetivo Eurovisión ha sido el título del programa para elegir el representante de Eurovisión por España. Un programa que han podido seguir eurofáns de otros muchos países a través de la web oficial del festival. Para desgracia de los intereses españoles.

Say Twelve, Twelve, Twelve!
Sonido, ritmo, realización, escenario, incluso el público. Todo ha sido un despropósito. Aunque ha habido algo positivo: no hay que lamentar víctimas mortales. Al menos humanas. Pero podemos decir sin temor a equivocarnos que la música y la televisión han muerto un poquito. Y con ellas, las posibilidades de RTVE por ganar el Festival de Eurovisión en 2016. Y no hablo de la calidad de Say Yay! ni del talento de Barei, su compositora e intérprete. Hemos comprobado su buen directo, y la canción la conocíamos de antemano y ha gustado mucho en general, tanto a público como a jurados. Nada o muy poco tienen que ver Barei y su canción con las nulas posibilidades de España por conseguir la victoria. El problema radica en internet, en 2016, en YouTube... Si los responsables de RTVE tuviesen capacidad de reacción, ahora mismo estarían destruyendo las imágenes de todo lo sucedido en Objetivo Eurovisión y pidiendo medidas cautelares en el juzgado de guardia para impedir que esas imágenes viesen la luz en cualquier otro medio audiovisual, nacional, internacional y de esta u otra galaxia.

Como sepan de qué me descojono,
no cobro...
Ni la mismísima Loreen con Euphoria hubiese podido remontar una carta de presentación como la que tiene desde ya Barei para Eurovisión. Las preselecciones nacionales suelen ser estas cartas de presentación. Cada país tiene la suya, y por eso muchos países cuidan, miman y hasta perfuman esta carta. Es el caso de las propuestas suecas que normalmente son prácticamente el producto final que veremos en Eurovisión, porque ya han conseguido un gran producto en su preselección. Loreen o Mans Zelmerlöw consiguieron sus puestos de favoritos al festival gracias a esta carta. Crea opinión, y en sus casos, una opinión favorable. Se crea entonces notoriedad. Expectación. Los candidatos se convierten en favoritos. Lo que suma adeptos. Y los adeptos, aumentan el favoritismo. Y entonces, más adeptos. Y entonces más favoritos. Y más adeptos. Y favoritos. Y vences. O estás muy cerca.

¿A que parezco riquiña? Pues
soy una cabronaca...
Pero a veces la carta no puede ser perfumada. Es entonces cuando hay que tirar de profesionalidad. De saber hacer. De saber dirigir, guionizar y que al menos, técnicamente no haya un error. Y así en 2010, la maquinaria alemana consiguió mostrar a una tipa muy maja. Se llamaba Lena. Era simpática, fresca. Daba buen rollo. Opinión favorable. Notoriedad. Expectación. Favorita. Adeptos. Más favorita. Victoria.


¿Últimos íbamos a quedar, no?

Puede suceder que no creas que puedas mostrar una carta de presentación favorable. Entonces lo más inteligente es un videoclip. Te olvidas de problemas técnicos, de sonido, etc. Y te centras en presentar tu propuesta con artificios. Posiblemente no consigas tanta notoriedad. Posiblemente no partas de gran favorito. Ni tengas tantos adeptos. Pero has hecho algo importantísimo en Eurovisión: no mostrar tus debilidades. Y así Conchita Wurst y The Common Linnets ocuparon el primer y el segundo puesto en 2014. Conchita ocupaba puestos intermedios en las apuestas. Y The Common Linnets los puestos bajos. Pero ninguna de las dos propuestas había mostrado debilidades. Estaba todo por ganar. Y un trabajo magistral el Día D, hizo que pulverizasen todas las previsiones, alzándose con el primer y segundo puesto respectivamente.

Y en esto falla RTVE año tras año. Hoy la candidatura de Barei ha mostrado sus debilidades:

- Unos coros exagerados en protagonismo, mal calibrados y empobreciendo un estribillo donde la protagonista desaparece.
- Una realización básica, plana, de otra época, sin trucos, sin magia para el espectador, sin nada nuevo que ofrecer. Sin siglo XXI.
¿Pero tantas ganitas tienes de ir a Eurovisión, vida mía?
- Una candidatura sin profesionalidad: preguntas a las familias, preguntas a los candidatos, enfatizando sus inseguridades y sus nervios, y un jurado y una presentadora, condescendientes con los "pobrecillos muchachos". Sólo ha faltado Rosario Flores preguntándoles ¿cuántos añitos tienes?

No quisiera que se tomasen mis palabras como una crítica hacia nuestra candidata o una pataleta por mi parte, tan típica entre los eurofáns cuando no es elegida nuestra opción favorita. No es el caso. Barei estaba en mis quinielas. Y me alegra que haya sido ella la elegida. Tiene un grandioso tema. Tiene talento. Pero tiene MUCHÍSIMO trabajo por delante, si quiere que la gente olvide lo que hemos visto en Objetivo Eurovisión. Y ese trabajo debe comenzar cuanto antes. La gente tiene que conocer a Barei. Tiene que hablar de Barei. Inventa. Crea. Y haz olvidar que fuiste elegida en Objetivo Eurovisión. Tienes pocas horas para viralizar algo que oculte tus debilidades. Esas debilidades que sean reales o no, están desde ya en un vídeo de YouTube al alcance de cualquiera. Es el momento de dar un golpe en la mesa y transformar tu candidatura (que personalmente sí creo potente) en un auténtico bombazo (¿Invitar a uno de tus compañeros a formar dueto con tu canción y eliminar los coros?) Estudia las posibilidades (esa podría ser una o no) y piensa que después de esto ya no vale con clavarlo el día de Eurovisión. Ahora estás obligada a dejarnos jodidamente locos.

¡O si no te hago yo los coros! Si, muller, si...

¡Suerte y éxito!

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